GO JOHNNY GO, GO, GO
No title. Digital collage. New York, 2008 /// Sin título. Collage digital. Nueva York, 2008
GO JOHNNY GO, GO, GO
If you want something cheerful write it yourself
I mumbled to myself
imitating in my own way the scene from Taxi Driver
[in front of the small bathroom mirror.
In the kitchen, an Alka-Seltzer danced rock&roll
[in the bottom of a glass of water,
and the bed always smelled of perfume
-in truth, everything smelled of perfume-.
That time I was typing verses like a machine gun.
Nonsense about the girls I slept with
and why they never called me back.
I thought I was terribly lonely back then.
Today I found a picture of me smiling
gritting my teeth next to a girl,
a girl I don't remember,
a pretty girl who is smiling and gritting her teeth
[and who is already gone,
a 13 by 15 copy on glossy paper
that I developed myself at art school.
The ruined legend
of our promise of eternal love.
I've stuck it on the wall and waited
for a friend to phone
to ask about the girl
and maybe also reminisce about the nights
when no one could touch us,
those nights when we were on fire;
but the phone hasn't rung.
It hasn't rung for weeks.
-----------------------------------------// Original version below //
GO JOHNNY GO, GO, GO
Si quieres algo alegre escríbelo tú mismo
me decía entre dientes
imitando a mi modo la escena de Taxi driver
[frente al espejito del baño.
En la cocina, un Alka-Seltzer bailaba rock&roll
[en el fondo de un vaso de agua,
y la cama siempre olía a perfume
-en verdad, olía todo a perfume-.
Aquella época mecanografiaba versos
como una ametralladora.
Idioteces sobre las chicas con las que me acostaba
y por qué no volvían a llamarme.
Creía sentirme terriblemente solo entonces.
Hoy he encontrado una foto donde sonrío
apretando los dientes al lado de una chica,
una chica que no recuerdo,
una chica bonita que sonríe apretando los dientes
[y que ya se fue,
una copia en papel brillo de 13 por 15
que yo mismo revelé en la facultad de arte.
La leyenda arruinada
de nuestra promesa de amor eterno.
La he pegado en la pared y he esperado a que
algún amigo llamara por teléfono
para preguntar por la chica
y quizás también rememorar las noches
en que nadie podía tocarnos,
aquellas noches en que estábamos en llamas;
pero no ha sonado el teléfono.
Hace semanas que no suena.
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