Sketch / Esbozo
No title- ink on paper and digital technique, 21x30cm, 2020
Two junkies sunbathing
leaning against the window of a jewelry store
-perfect synecdoche
of this city-
and pretty girls heeling their way
down the stairs of the subway at nine in the morning
zigzagging between Peruvians clutching their shadows.
Crestfallen men of clay smearing
of dirt to delicious busy women,
sad men and freshly showered women, clean, goddesses.
My troubles
never have women's names anymore,
they have the names of big companies
electricity suppliers or gas providers.
Women in the subway.
The younger ones protect their red faces
on the pages of political propaganda;
it's not blushing
it has nothing to do with fleeting and frightened glances
they are just exhausted;
it has nothing to do
with sex, it's nine o'clock in the morning
they're clean,
but it's just water. There's hardly any time left
for make-up or dreams.
Raymond Chandler is dead, I hear them say
and then the screeching of the tracks like
a period.
Men in silence, women without makeup.
When I was young I used to carry a sketch pad
instead of a Moleskine knockoff
and I dreamed of drawing my girlfriend nude
or with final exams and fellatio
or with private school uniform skirts
and it was all fast food and movie screens
and drawing beautiful and fleeting girls
and cars and easy sadness
and all the problems of the world and paying for gas
it didn't matter, it didn't matter, really.
And I had never
never ridden a subway before.
-----------------------------------------// Orignal version below //
Dos yonquis
tomando el sol
recostados en el
escaparate de una joyería
-sinécdoque
perfecta
de esta ciudad-
y chicas bonitas
taconeando
por las
escaleras del metro a las nueve de la mañana
zigzagueando
entre peruanos agarrados a sus sombras.
Cabizbajos
hombres de arcilla ungiendo
de suciedad a
deliciosas mujeres atareadas,
hombres tristes
y mujeres recién duchadas, limpias, diosas.
Mis problemas
ya nunca tienen
nombre de mujer,
tienen nombre de
grandes compañías
de suministro
eléctrico o proveedores de gas.
Mujeres en el
metro.
Las más jóvenes
protegen sus caras rojas
en las páginas
de la propaganda política;
no es rubor
no tiene nada
que ver con miradas fugaces y asustadas
es que están
exhaustas;
tampoco tiene
nada que ver
con sexo, son
las nueve de la mañana,
están limpias,
pero es solo
agua. Apenas queda tiempo ya
para el
maquillaje o los sueños.
Raymond Chandler
está muerto, oigo decir
y luego el
chirrido de las vías como
un punto final.
Hombres en
silencio, mujeres sin maquillaje.
Cuando era joven
llevaba un bloc de dibujo
en vez de una
imitación de Moleskine
y soñaba con
dibujar a mi novia desnuda
o con exámenes
finales y felaciones
o con faldas de
uniforme de colegio privado
y todo era
comida rápida y pantallas de cine
y dibujar a
chicas hermosas y fugaces
y coches y
tristeza fácil
y todos los
problemas del mundo y pagar el gas
no importaba, no
importaba, de veras.
Y nunca
nunca había
montado en metro.
[De HOMBRES EN SILENCIO, MUJERES SIN MAQUILLAJE, ed. Baile de Sol, 2015]
sobre este libro: CRITICA- La Biblioteca de Alonso Quijano
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